El futuro llegó… hace rato

Lejos estoy de proponerles un debate filosófico entre lo tangible y lo intangible, pero algo cambió en la forma de consumir música. Hoy, la industria se debate entre como hacer para vender más discos y la necesidad de apoyarse en las plataformas digitales no solo para difundir a las bandas sino para acercarse a los fanáticos de la música.

Hasta no hace mucho tiempo, cuando pensábamos en escuchar música era inevitable pensar en algún lugar “muy nuestro” donde cómodamente nos disponíamos a disfrutar de las melodías de algún vinilo, cassette o disco compacto según la cantidad de décadas que se ostente. La magia ha desaparecido. Ya no escucho el ruido del celofán que resguarda el disco arrugarse en mis manos, ni tampoco el olor a tinta recién impresa del pequeño librito con letras, arte e información que nos regalaba cada banda con su lanzamiento. Hoy se ha perdido un ritual a cambio de la digitalización. A cambio, tenemos la posibilidad de escuchar cualquier canción que se nos ocurra en el lugar menos pensado con la única condición de tener una conexión de Internet más o menos estable. La música se ha adaptado a los tiempos y a las necesidades delmelómano.

El principio del cambio

Recuerdo prender la computadora y luego del chillido característico del MODEM tratar de bajar dos canciones a la vez a través de un MODEM de 56,6 kbit/s. Luego de media hora de espera y decena de gritos de “mi vieja” por ocupar la línea telefónica durante tanto tiempo uno se ponía a disfrutar frente a un monitor alguna banda que había descubierto por algún video en televisión o gracias a la radio.
Si existiera la posibilidad de marcar una fecha en el calendario que represente el día donde todo comenzó a cambiar en la industria de la música, es muy posible que el 13 de abril de 2000 sea lo que estamos buscando. Ese día, Metallica demandó a Napster en una corte de California, Estados Unidos. Napster fue la primera gran red gratuita de intercambio de archivos y su tecnología les permitía a los usuarios compartir sus colecciones de canciones en formato MP3 muy fácilmente, lo que originó las protestas de los artistas, instituciones de protección de derechos de autor y compañías discográficas. Las demandas se sucedieron y el revés judicial llevó a Napster a la bancarrota. La novedad sorprendió a todos y aunque las conexiones no eran todo lo veloces que hoy conocemos, marcaron el inicio del cimbronazo. Las ventas de discos ya no volverían a ser las mismas luego de la llegada de la era digital.


Los tiempos que corren

Me siento ligado a la música y siento la necesidad de ir en búsqueda de algunas respuestas sobre este cambio de paradigma que estamos viviendo dentro de la escena musical. Helker es una banda que tiene esta cumpliendo veinte años en la escena pesada nacional y es fiel exponente del sonido, de la lucha y perseverancia que debe tener cualquier grupo que se inicie la aventura del Heavy Metal. Su líder y guitarrista, Mariano Ríos, ha vivido como músico los cambios que se produjeron en la forma de difundir, pensar y distribuir el arte. “Hay que amoldarse al momento que vivimos. Hay que estar en las redes sociales y en las plataformas digitales porque es la manera en que se llega a la mayoría de la gente. Los discos se venden en los conciertos, por Internet o en las pocas distribuidoras especializadas que quedan aunque las cantidades son pequeñas”, reflexiona Ríos.

Las redes sociales y las plataformas como Youtube dan la posibilidad a cualquier banda de subir sus canciones de forma gratuita. Solo hay que crear una cuenta y millones de personas tienen acceso al material sin pagar un centavo. Otra discusión será la calidad de sonido o la calidad de grabación a la cual pueda acceder cada artista, si solo subir las canciones alcanza o el material queda sin alcanzar el objetivo de la difusión. Esa parece ser la forma de trabajo, subir las canciones a las plataformas y darle circulación en las redes sociales.

Otro es el caso de las plataformas estilo Spotify donde los artistas para subir su material deben pagar un canon y luego la empresa según la cantidad de reproducciones le abonan al artista una suma anual. Allí es donde se encuentra la discusión en la actualidad. Este tipo de empresas le cobran a las bandas para subir material o tener un perfil, a los usuarios para escuchar música, a grandes empresas por publicidad mientras a las bandas solo le otorgan centavos por reproducción.


Decido emprender mi búsqueda de respuestas por otro camino.

Reynaldo Iglesias tiene una pequeña distribuidora de disco y es productor de conciertos en la zona sur del conurbano. Me abre la puerta de su casa y ahí llegué, con todas mis inquietudes. Si los disco se venden en los conciertos, es necesario que la gente se acerque a los shows o los compren en las pequeñas distribuidoras como la que tiene él. “Al metalero le gusta tener el disco de las bandas que le gustan. No puedo hablar de los otros géneros pero el que escucha música pesada todavía consume el formato físico. Capaz que después lo pasa a MP3 pero quiere tener el disco en sus manos”, responde Reynaldo orgulloso de la escena pesada.

-          ¿Cómo ves la escena en la actualidad?
-          La escena del Metal está igual que siempre, o mejor dicho, desde la década del `90 para acá no ha habido demasiados cambios. Las crisis económicas siempre complican un poco pero ya estamos acostumbrados a este tipo de cosas.
-          ¿Sentís que hay menos gente en los conciertos?
-          Probablemente, pero somos una escena pequeña. No hay una renovación ni arriba ni abajo del escenario y eso si es marcado. Yo no gano plata con los conciertos, pero en la mayoría de ellos salgo hecho y ese es el objetivo. Allí llevo mi puesto y vendo los discos al mejor precio posible por que el peso cuesta.

Los precios de la era digital

Toco mi bolsillo y allí está. Frío, blanco y de colores apagados salvo por su pantalla. Los smartphones, las computadoras y los cientos de dispositivos portátiles nos permiten estar conectados a toda la música disponible en el mundo al instante con solo una búsqueda en cualquiera de las aplicaciones. Hoy la forma de consumir música ya no es bajar o comprar temas en MP3, sino consumirlos por servicios de streaming como Spotify, Itunes, Deezer, Google Play o el renacido Napster en plataforma digital.

El cantante, guitarrista y compositor, David Byrne señala en su libro “Cómo funciona la música” que con la aparición de la música digital estamos regresando a los inicios de la música, cuando no existían las grabaciones y la música, a través del disco, no se había convertido en un producto, en algo físico y palpable, sino que se trataba de algo intangible; la única forma de escucharla era en vivo.


Hoy la frase de Lars Ulrich de Metallica “Nos secuestraron nuestra música sin preguntarnos” ha cambiado por un “No nos pagan lo suficiente” citando a Gene Simmons de Kiss ante los centavos que obtienen por cada reproducción. Las plataformas digitales ofrecen la discográfica completa de millones de artistas con un costo que no supera los 100 pesos mensuales. Los costos de grabar nuevas canciones hacen que los discos lleguen a costar cerca de 300 o 400 pesos cada uno, lo que hace imposible competir contra esa oferta.

Según el Informe sobre la Música Digital 2015 de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (Ifpi), los ingresos digitales globales mundiales de la industria aumentó un 6,9 por ciento, hasta los 6,85 millones de dólares y por primera vez en la industria, el canal digital entregó la misma proporción que las ventas en formato físico. Esa tendencia se ha ido incrementando año tras año. Hoy el formato digital supera al formato físico en ventas totales y es por eso que bandas como Def Leppard o ACDC se han resignado en el último tiempo a ingresar a los servicios de streaming. Como nos contaba Mariano Ríos de Helker, “hay que estar en las plataformas digital, hay que amoldarse a los tiempo”.

Cambio de hábito

El volumen de la música ensordece. Con diferencia de solo unas semanas me encuentro nuevamente en una fiesta lanzamiento de un disco. La escenografía es la misma. Una sala de conciertos porteña es el lugar elegido por la banda Azeroth para una conferencia de prensa y el anuncio oficial de la salida de su nuevo trabajo de estudio “Más allá del caos”. El bar es muy coqueto. La iluminación queda casi en exclusividad para sectores de expendio de bebida y el escenario. Miro a mí alrededor y tengo la sensación de estar invitado a una fiesta.


Me acerco a Fernando Ricciardulli, líder de Azeroth y lo felicito por el presente de la banda y orgulloso del nuevo CD finalizado me dice “vos sabes lo que significa para un tipo con casi cuarenta y cuatro años tener un nuevo álbum de mi banda en mis manos. Es tal vez el momento más narcisista de un músico, pero es tremendo el esfuerzo económico y emocional que conlleva poder plasmar la música que uno hace” y sin pausa agrega ”estamos en la era de lo efímero y lo descartable y para mi esto es un logro, poder tener este disco en mis manos”. Allí es donde siento un click dentro de mí. Comprendo cada palabra, pero yo también estoy cerca de los cuarenta.

Hoy la mayoría de la gente no escucha discos completos. Se ha perdido el interés por escuchar todo un disco y una canción no se ve como una parte de un conjunto donde va incluida la música, el arte de tapa, las gráficas, etc. Hoy las nuevas formas de consumo y las redes sociales ofrecen la posibilidad de subir temas sueltos, singles o mini lanzamientos de 3 canciones.

Entro a una disquería, hoy reconvertida además en casa de instrumentos y siento como el cambio de paradigma. Recorro las bateas de la A a la Z casi compulsivamente. Acepto que a lo largo de los años, me he acostumbrado a la mirada “atenta” de los vendedores y guardias de seguridad.

Caminar los pasillos del local evidencia en que se ha transformado la industria discográfica. Ítems coleccionables, discos especiales, formatos vintages, reediciones de discos clásicos con stickers, remeras o discos en vivo son manotazos de ahogado de los sellos para mantener vivo el formato físico. “Esto se ha transformado en productos para los fanáticos o para coleccionistas. Los precios son exorbitantes y con el dólar subiendo, cada vez es más difícil saber a que precio vender algunas cosas” confiesa Daniel, encargado del local.


Los lugares donde se venden discos cada vez tienen menos opciones de música a la venta mientras en las plataformas digitales tienen todo lo que existe en un solo lugar y de inmediato. El mismo día de su lanzamiento en formato físico, cada disco que es editado es subido a Spotify. En nuestro país es normal un retraso en las ediciones nacionales y muchas veces ni siquiera hay versiones autóctonas de algunos lanzamientos internacionales. Todo guardado en el bolsillo, portable y a 69 pesos por mes.

Del coleccionismo y las nuevas generaciones

Me resigno a decir que es una cuestión de edad. Tengo que reconocer que siento algo de apego por el formato CD. Las nuevas generaciones se han acostumbrados a escuchar música en Youtube o en Mp3 y pasar con total impunidad de una banda a otra sin un sentido descifrable más que la masividad que da la viralidad.

Hoy el consumo es “On Demand”, en cualquier momento y en cualquier lugar, ya sea en un transporte público o en casa sentado en un sillón. El coleccionismo ha quedado atrás y solo unos cuantos siguen viendo al disco como un objeto coleccionable y esto es por el desapego hacia todo aquello que hoy en día se puede encontrar gratuitamente en la red: películas, música, series, libros, etc.

Algunos, todavía queremos tener el disco físico en nuestras manos y recurrimos al formato digital por comodidad en algunas circunstancias ya que es innumerable la oferta de melodías por un costo muy accesible. Es imposible saber si esto que vemos hoy es el formato del futuro. La música esta viviendo un cambio de paradigma y es necesario regular el dinero que perciben los artistas de las reproducciones y así mejorar las ganancias por derecho de autor. Si el consumo sigue este camino, las plataformas deberán cuidar a los que producen el contenido que consumen los usuarios.

El disco físico es un objeto tangible. Podemos tocarlo, olerlo y escucharlo. Ver su arte interior, leer sus letras y su información adicional. Es un ritual que se ha perdido. El formato digital son códigos y números traducidos en música. Los puristas dirán que el sonido no es el mismo y que se pierde mucho de lo original en la digitalización, pero sea cual sea el formato elegido, hay que encontrar la manera de que los artistas sigan teniendo su correspondiente rédito económico.


Desde el punto de vista de los artistas, el formato físico es arte en sí mismo. Es sentir que el trabajo está terminado y que “existe”. Es un concepto muy arraigado en la escena pesada y no tanto en otros géneros donde la viralidad y la inmediatez son condiciones más importante que la idea, el mensaje o el arte.

El desafío

Spotify y Itunes están haciendo ganar dinero a las grandes discográficas y la industria en Estados Unidos va camino de crecer por segundo año consecutivo, algo que no sucedía desde 1999. Es difícil saber cómo la industria discográfica puede conseguir los mismos resultados que tenía en la década de 1990 antes de Napster, cuando el mercado estaba dominado por las ventas de CDs, pero hoy se encuentra ante el desafío de reconstruirse ante el cambio de paradigma de consumo. Por el momento, son pocos los artistas que ganan dinero con las plataformas importantes pero es imprescindible estar en ellas. Las bandas pequeñas tienen otras herramientas gratuitas y quedará en su esfuerzo y perseverancia por difundir su material en las redes sociales la forma de alcanzar a nuevos oyentes. El disco en formato físico solo quedará para los melómanos o loa fanáticos de cada banda. Cantar la muerte del CD sería prematuro porque si bien se ha dado el salto a lo digital, la industria sigue estando sustentada en el negocio físico. Por lo menos por ahora.
  • Te puede interesar:



Lörihen editó su nuevo disco “Desconexión”


Con una gran fiesta lanzamiento, el martes 29 de Mayo en The Roxy Live, Lörihen lanzó su nuevo trabajo discográfico “Desconexión”. Nueva formación, nueva propuesta y once nuevas canciones para el repertorio de una banda que lleva más de dos décadas sobre los escenarios.


Día laborable en la ciudad de Buenos Aires, y en el seno de la ciudad, las primeras personas se van acercando al The Roxy Live ubicado en la zona de Palermo. La cita, prevista para las 19 horas, no coincide con el uso literal del reloj ni con ningún meridiano. La puntualidad no es algo que caracterice a la escena y a nadie parece molestarle. Honestamente, a mi tampoco. Dentro del bar, en las hermosas pantallas LED, se lo ve a Lionel Messi haciendo los movimientos previos de cara al enfrentamiento que nuestra selección tiene contra Haití. Ante la facilidad de la entrada gratuita, las cerca de 50 personas que hay dentro del bar, se deleitan con algún brebaje espirituoso para apaciguar la espera. La sala de conciertos dentro del bar permanece con las puertas cerradas. La fiesta se prepara puertas adentro mientras la gente se empieza a juntar en una cantidad más que interesante.

Cerca de las 20 horas comenzó la fiesta. Lörihen edita un nuevo disco y eso es algo relevante dentro de la música pesada. La banda hará la presentación oficial el 27 de Octubre en el Teatro Vorterix y por ese motivó organizo un concurso a través de las redes social para que una banda los acompañe en dicho show. Si bien todos los concurrentes esperan la salida del grupo a tocar algunos temas, la definición del concurso determinó que la banda Argán diera el punta pie inicial a la noche. Daniel Retamozo, conductor de Fox Sport, es el encargado de animar el evento de muy buena manera.


Luego de Irgan, que finalmente fue la ganadora del concurso, continuaron Vertebral y Cenizas del Alma. La difícil decisión estuvo a cargo de un jurado de notables integrado por el periodista César Fuentes Rodríguez, Javier “Knario” Compiano (cantante de Plan 4), Aarón Briglia (cantante de Helker) y Fernando Ricciardulli (líder de Azeroth) entre otros. Justamente César Fuentes Rodríguez, ex conductor de Ave Cesar comentó sobre el criterio de elección que “lo que más me gusta es lo que transmite. El sentimiento. Lo técnico queda en segundo plano”.

Argentina ya gana con gol de Messi y las muy bonitas chica encargadas de la mesa de merchandising, entre disco y remeras entregan un numero a cada uno de los asistentes para el sorteo que prometen desde arriba del escenario se hará al finalizar la fiesta.


A esta altura cerca de 200 personas le dan un lindo marco al lugar que espera que Lörihen suba al escenario para tocar algunos temas. Cerca las 22 horas, el deseo se hace realidad. Suena la introducción del tema “Bajo la Cruz” y la fiesta es completa. La agrupación de Emiliano Obregón ofreció un orto set de seis temas. De las canciones elegidas solo “Triste Historia del Poder” se incluye dentro del nuevo lanzamiento, completando el set los clásicos “Aun Sigo Latiendo”, “Cuando Tus Brazos Caen”, “Highway To Hell (Cover de ACDC)” y para cerrar “Vida Eterna” tema que cierra cada presentación de la banda.

Luego del sorteo, donde algunos con suerte se pudieron llevarse algún obsequio a casa, la gente va buscando la salida del recinto entre las repeticiones de los goles de Messi y vasos vacios. La fiesta fue completa y la familia de Lörihen se hizo presente para festejar el nacimiento de un nuevo disco de la banda con la primera tirada de 1.000 copias agotadas.


Lörihen realizó el lanzamiento de su placa “Desconexión” que tendrá su presentación oficial el 27 de octubre en el Teatro Vorterix. Luego de 22 años de escena y lucha, no es poco seguir de pie en la dura batalla de la música, sobre todo en los tiempos que corren.

Diego Valdez “En mis sueños”


Introvertido y de imagen imponente. Con los años, no solo ha cambiado corporalmente en pos de mejorar su talento innato, sino que además ha tomado el canto como su profesión. Si bien Diego Valdez ya había pasado por varias bandas, no fue hasta los 16 años que se dio cuenta que quería ser cantante. Nació en Buenos Aires el 26 de Marzo de 1971 en el seno de una familia con mucho arte. Su padre era multifacético, cantaba, tocaba la guitarra, escribía poesía, esculpía y “todo lo hacía bien” afirma Diego orgulloso. Su madre pinta y su abuela era cantante de ópera.

Hasta su adolescencia, convencido que iba a ser dibujante, estudió ese arte pero abandonó rápidamente y confiesa: “Dibujaba bastante bien pero soy muy inconstante, salvo con la música. Ahí me di cuenta que era lo que quería hacer en la vida. Uno viene con esto, UNO ES ESTO”. No se refiere a su imagen, a su largo pelo, barba prominente, su largo metro noventa o sus más de 100 kilos, sino que se toca el pecho, sonríe y dice “soy cantante”. Hace retrospectiva, y señala que la piedra fundamental de la música en su vida “son los Beatles. Para todos los que hacemos algo melódico, todo está ahí” pero reconoce que su banda preferida es Queen y Freddy Mercury “su maestro vocal”.

Bizarro

A los 18 años fue el primer cantante que grabó un disco con la banda de culto nacional Dhak. Valdez ya tenía experiencia en vivo pero para él también fue la primera experiencia en estudio. A esa altura de su vida ya llevaba en sus espalda un paso por Angeluz, Bizarro, RetroSatan, Lethal y Legión, agrupaciones que marcaron a fuego la escena pesada argentina.

Diego Valdez posee un tipo de voz llamado “Tenor Spinto”. Así se denomina un matiz dentro del registro vocal del tenor y la palabra spinto indica que produce un sonido fuerte y violento a través de una presión subglótica. Es una voz caracterizada por tener mayor potencia y capacidad de proyección que la voz de tenor lírico y por otro lado, también posee una gran potencia en los agudos que comparte con el contratenor.

Diego Valdez en una sesión de fotos

En 2003 grabó el segundó larga duración de Azeroth, banda importante en la escena Power Metal de la época. “Es un disco que no recuerdo con cariño y no me gusta. Lo que estoy cantando en ese disco no tiene alma. Grabé el disco estando afuera de la banda, pero tengo que aceptar que después de ese trabajo se empezó a hablar más de mí”, revela Valdez.

Comenzaba una nueva etapa en su carrera y recuerda que “para el 2008 tenía cuatro proyectos a la vez: Hipnosis, Skiltron, Eidyllion y Helker. Fue un momento donde aprendí mucho. Logré encausar mi ego y sacar energía positiva de las cosas que me sucedían en lo profesional”. Sin lugar a dudas Valdez es uno de los músicos más prolíficos de los últimos 15 años en la escena nacional dejando registro de estudio en casi todos los proyectos donde participó.

Diego Valdez en el escenario

Diego Valdez tiene la capacidad de cantar en inglés a la perfección. Esto le abrió la puerta para ser invitado por la cantante finesa Tarja Turunen (ex Nightwish) a interpretar a dúo una versión del tema “Phantom of the Opera” en sus shows en la argentina, como también ser el cantante en su concierto en Buenos Aires del ex Stratovarius, Timo Tolkki.

En el año 2011, decide irse de Skiltron para formar un proyecto parecido desde lo musical llamado Triddana y abocarse de lleno a Helker. Antes de la llegada de un nuevo año recibe la oferta de un ex compañero, Mauro Tranzaciones, para sumarse a la agrupación internacional ElectroNomicon.

Valdez en Triddana

Con tanto proyecto a la vez, Helker comenzó a ser prioridad en lo profesional y con la banda lograron ser banda invitada para abrir decenas de conciertos internacionales. Su talento y su voz particular no solo llamó la atención de los propios sino que una de esos concierto fue escuchado por Matt Sinner, productor y bajista de la banda alemana Primal Fear. Esto marcó un antes y un después para Valdez y Helker ya que bajo la tutela de Sinner les llega una oferta que incluía un contrato discográfico y pertenecer al sello alemán AFM Records. La banda daba el paso más importante para una banda nacional en mucho tiempo. Helker editó en 2013 el disco “En Algún Lugar del Círculo” en su versión en internacional: “Somewhere in the Circle” y Valdez tiene una performance destacada en todos los portales del mundo. El cantante ya no solo era reconocido en la argentina como quizás la mejor voz de la escena sino que comenzaba a hacerse conocido en el viejo continente.

Mientras Helker seguía creciendo dentro de nuestra escena y fuera de los límites de nuestro país, en 2015 deja la banda Triddana. Es contratado para grabar las voces del álbum "Closing the Circle" de la banda alemana Assignment y también participa en dos canciones del álbum "The Jaguar Priest" para el proyecto de origen norteamericano "Universal Mind Project".

Diego Valdez con Helker 

Un par de meses más tarde Diego Valdez es confirmado como la voz de un nuevo álbum de estudio de la banda belga Iron Mask llamado "Diabólica". Esta posibilidad se da ya que el legendario cantante de la banda, ex Yngwie Malmsteen y Dokken entre otras, Mark Boals decide no seguir con el proyecto. Valdez ya se encontraba dentro de un lugar de privilegio para un músico nacional. Comenzaba a vivir un sueño hecho realidad. “Canté y grabé mucho en inglés. Como suele pasar hoy en día, la tecnología acercó las distancias, algo de mi trabajo llegó a oídos de Iron Mask, es más creo que un fan le mostró el material, y el resto no tiene mucha mística. Le gustó lo que escuchó y me propuso ser el cantante de la banda” afirmó el cantante hace unos meses.

“Estaba muy nervioso en el primer ensayo. Fui a Bélgica y allí conocí a los integrantes de la banda. Con Dushan Petrossi (líder y guitarrista del grupo) sólo hablábamos por Messenger, nunca nos vimos en persona hasta ese momento, y al resto de los muchachos ni siquiera eso, así que no sabía bien qué esperar” cuenta entre risas Valdez.

Valdez con la banda belga Iron Mask

A pesar de estar viviendo un sueño, llegaba el momento de tomar decisiones fuertes. El año pasado y con una carrera creciente en Europa decide plantearse la posibilidad de irse a vivir a España para estar más cerca de sus proyectos internacionales pero también pensando en un mejor futuro para su familia. Luego de editar un nuevo trabajo con Helker “Alma de Fuego” y presentarlo en el Teatro Vorterix, la banda anuncia su salida.

“Estuvimos juntos por una década y vivimos muchas cosas. En estos tiempos tuve sensaciones encontradas, partiendo de la base de que en realidad yo no “me fui” de Helker, sino que al plantear mi necesidad de un cambio de vida tan fuerte como lo es mudarse a otro país, propuse continuar con mi participación a distancia, yendo a la Argentina dos o tres veces al año, para hacer tours, pero los muchachos meditaron sobre esto y lo encontraron impracticable”, confesó Valdez hace tan solo unas semanas.

Diego Valdez y Ronnie James Dio

Ya asentado como nuevo frontman de Iron Mask, notorio exponente del Power Metal en Bélgica, Valdez encara al mismo tiempo las grabaciones con el súper grupo Dream Child y el desarrollo de su proyecto solista, Divine Collider. “Todavía no caigo. Nuevamente la Internet hizo su trabajo para que entre a Dream Child. En este caso, hace años Craig Goldy (ex guitarrista de Ronnie James Dio) recibió una canción donde yo cantaba, y en su momento le gustó tanto que me escribió y me preguntó si me gustaría trabajar con él cuando se diera la oportunidad. En breve estaré viajando a Los Ángeles para filmar dos videoclips, es increíble” señala Valdez cumpliendo el sueño de su vida.

Es difícil darle la dimensión que tiene la carrera de Diego Valdez. Es contemporáneo, es de nuestra generación y rompió todas las barreras para un músico de Heavy Metal Argentino. Sin dudas está viviendo un sueño. Para nosotros que lo hemos visto crecer como músico y como persona nos queda el orgullo de haberlo disfruta aquellas noches sobre el escenario de cualquier bar del conurbano y de Capital Federal. Muchas veces el talento no alcanza, es necesario personalidad y tenacidad. Diego Valdez tiene las condiciones para seguir creciendo y romper todas las barreras de los sueños argentos.

Pedro Saborido: “Existe un aparato de legitimación externo a nosotros”.

La mente detrás de Peter Capusotto y sus videos ofreció una charla en la Universidad de Lomas de Zamora.
 
Con su andar cansino recorrer los pasillos de la Universidad que, décadas atrás, lo vio recibirse de Periodista. Informal, vestido completamente en tela de jean y con una gorra con el logo de “The Who”, ingresa al aula 101 que se encuentra desbordada. El famoso guionista y productor Pedro Saborido, expuso frente a un centenar de alumnos de la Facultad de Sociales de Lomas de Zamora, en una charla organizada por la Agencia de noticas AUNO llamada “A Los Bifes – Crear, escribir y producir sin tanta vueltas”.
 
Dentro del marco de la charla, se realizó el anuncio de un seminario a cargo del escritor en esa casa pero Saborido contextualizó: “Siempre y cuando la Gobernadora Vidal lo permita y la Universidad de Lomas siga existiendo el próximo semestre”. El director de cine hizo eco de las declaraciones de la Gobernadora de la provincia de Buenos Aires unas horas antes de la cita con los estudiantes.
 
Un fibrón verde gastado y que apenas escribe recorre el pizarrón. El invitado se esfuerza para que las palabras logren quedar en la superficie del mismo y con su humor característico añade: “¿Qué querés? Una Universidad pública!”. 
 
Descontracturado y con un cigarrillo sin encender entre los dedos a lo largo de las casi dos horas de charla, Pedro Saborido repasó su carrera y las razones que lo llevaron a estar hoy detrás de un programa que es éxito en toda Latinoamérica. Rescató el contexto para hacer humor, la importancia del talento pero también del esfuerzo y de que “alguien te de esa oportunidad de demostrar lo que eres capaz de hacer”.
 
Acomoda los anteojos estilo John Lennon y recuerda la vez que junto a Diego Capusotto decidieron no ir a trabajar a Canal 13 porque iban a pasar a ser una “estrella fugaz” y confesó que “el programa no hubiesen durado tres meses en el aire en esa emisora”. Con respecto a este tema afirmó que “existe un aparato de legitimación externo a nosotros” y que muchas veces hay que aceptar que “uno hace un producto para un grupo reducido de personas y que ir a un medio más grande no implica que se pase a tener 30 puntos de ranking”.
 
Saborido también se tomo su tiempo para describir el comportamiento de las personas a la hora de mirar un programa de televisión con la llegada de las nuevas tecnologías y confesó que “sintió tristeza” al ver que con la masividad alcanzada en Youtube “se perdió el rito” de ver el programa todas las semanas a la misma hora. “Ya no te juntas con otros frente a la Tv ahora es algo más individual” se lamentó.
 
Entre anécdotas y preguntas de los concurrentes y decenas de pequeños chiste políticos e ideológicos, Pedro Saborido pasó por la Facultad de Sociales de la Universidad y alentó a realizar formatos con “las herramientas que se tengan al alcance, hay que animarse y hacer. Lo que ustedes ven no es lo que queremos hacer, sino lo que nos sale”.

Durante el encuentro, Saborido destacó los ejes para “crear, escribir y producir sin tantas vueltas”. El director señaló que hay que tener “tolerancia al fracaso” y destacó la importancia de “aprender haciendo”. 

Antes de dar por terminada la charla, Pedro Saborido dejó una frase que todavía se escucha en los pasillos de la Facultad de Sociales de la Universidad de Lomas de Zamora: "es en comunidad y en equipo que se logran las cosas. La salvación individual no existe”.

Emiliano Obregón: "La escena se está apagando”


Mantenerse en la industria de la música durante 22 años no es fácil y mucho más si hablamos de una escena tan pequeña y desestimada como la del Heavy Rock. Emiliano Obregón, líder y guitarrista de LÖRIHEN, lo logró gracias a perfeccionarse como músico y productor, perseverar y luchar por sus sueños. Reconocido entre sus pares, es la persona ideal para consultar sobre la complicada situación que vive la música pesada y el cambio de paradigma en su producción, distribución y consumo.


En un difícil momento desde lo económico y donde vender un disco es una quimera, LÖRIHEN editará el próximo 29 de mayo un nuevo trabajo de estudio llamado “Desconexión”. Será el sexto álbum de estudio de la banda y como casi siempre las canciones tendrán un hilo conductor. A lo largo de 11 temas, sus letras recorrerán temáticas referidas a los nuevos problemas del ser digital, los cambios de hábitos y consecuencias de la exposición en las redes sociales en un momento en que lo virtual se confunde con lo real. “Vivimos en una sociedad que ha girado hacia la necesidad de estar conectado todo el tiempo y hay que saber el uso que se le da a las redes. Yo hablo del cuidado de lo íntimo, de las pibas de 12 años que se sacan fotos y las suben a cualquier lado. No todos tenemos los mismos valores y en las noticias te das cuenta que hay una crisis importante de valores”, reflexiona.


El ruido del microcentro porteño es casi imperceptible. Entre paneles acústicos y varias guitarras de belleza envidiable, se sienta en un cómodo sillón frente a una la consola de grabación dispuesto a charlar de su pasión: la música. No intimida sus casi 2 metros de alto. Es una persona accesible y dispuesta. Obregón, músico y dueño de Virtual Studio, analiza la actualidad de la industria de la música y comenta: “Esta muy difícil. LÖRIHEN hace más de dos décadas que está en esto y podemos seguir haciéndolo gracias a que yo tengo espalda para bancarlo, pero para las bandas que están arrancando es imposible. Los costos están por las nubes y no tengo dudas de que esto va hacia la extinción”. Mientras pide disculpas por la apocalíptica afirmación y enciende su computadora.


Gracias a su estudio tiene la posibilidad de trabajar con otros artistas y en todos los ámbitos de la producción musical pero alega que en la actualidad el costo operativo de mantener una oficina es muy alto y se confiesa: “ya no se graba un disco por mes y hay que encontrarle la vuelta desde otro lugar. No muchos saben que también hago jingles comerciales”.


Lejos quedó el disco debut de LÖRIHEN llamado “Utopía” editado en noviembre del 2000. En esa época, las bandas grababan demos en casetes para luego ir a golpear las puertas de las radios en la búsqueda de difundir su música. Era la carta de presentación y la forma más accesible de sonar en algún lado. Dos décadas después, la lucha por ganar un espacio donde sonar es casi la misma pero la tecnología modificó las formas. “Hay que estar activo en las redes sociales e ir a cualquier lugar donde alguien esté dispuesto a difundir lo nuestro. Cada vez va menos gente a los conciertos y allí es donde vendemos los discos, remeras, calcos, etc. El metalero todavía tiene la costumbre del formato físico pero se venden pocas copias”, dice mientras el monitor de su computadora se apaga casi como una metáfora de lo que ocurre con la escena.

Sin la venta de disco y con la masividad del formato digital el dinero grande queda en las plataformas digital que venden el espacio y publicidad mientras pagan centavos a las autores. La situación cierra solo para las bandas que tienen gran volumen de reproducción. Este no es el caso de la mayoría de las bandas de Heavy Metal.


“Yo no le puedo pedir a alguien que disfrute de la misma manera que yo de leer a Carl Sagan. Con la música pasa lo mismo y el Metal es un género bastardeado y poco querido. Las bandas más convocantes siguen siendo las que salieron de la costilla de V8”, añade refiriéndose a la escena nacional pero que se replica a nivel mundial por la enorme falta de renovación que reina en el movimiento.

Obregón tiene una visión de lo que está ocurriendo con la música y afirma que “hay un cambio en el paradigma de cómo se conciben los géneros. El Rock es costoso a la hora de producir un espectáculo y las nuevas generaciones ya consumen este estilo y mientras en el Metal cada vez se vende menos ticket, alguien llena un Luna Park con dos flacos y una pista”. En los últimos años y desde todos los lugares del mundo, comenzó a surgir una serie de “artista” desde las redes sociales que se han masificado de forma increíble. “Hoy me cuesta pensar que un pibe se siente ocho años a estudiar un instrumento. No le encuentro sentido de tomar esa aventura, a ese compromiso. A los jóvenes de hoy se les está transmitiendo que una estrella llega al éxito en cuatro meses porque subió un video a Youtube y dijo tres gansadas” asevera Emiliano.


“En el aire no hay Metal, no hay Rock. Ya no hay difusión y si ves que tus pares están en otra sintonía, ¿Desde dónde te vas a acercar al Rock? Amo el Hard Rock y el Metal pero hoy la música no está para enamorarte ni para despertar sentimientos, hoy la música esta para que suene en un celular o para mover el culo. Nuestro mensaje va por otro lado. Mientras el sistema intenta crear zombis, gente no pensante, el Rock está y estuvo siempre del otro lado, tratando de crear conciencia y de que te hagas preguntas. La situación actual es algo buscado, el Rock molesta y desde lo digital te manipulan y controlan”, reflexiona el guitarrista.

Se acomoda su reloj por enésima vez y suena su celular y afirma que “existe un mecanismo del cual es difícil escapar, una rueda de consumo que ha cambiado los hábitos y las costumbres por estar apegados a lo digital, pero también está afectando a nuestra generación. Te vas de vacaciones con tu familia y parece que tenés la necesidad de subir una foto diciendo “Acá disfrutando de Bariloche con la familia”, ¿Qué haces…?, disfrutá de la familia, hermano”.


Actualmente, LÖRIHEN se maneja de forma independiente tanto a la hora de editar un disco como de producir sus conciertos. Hoy en la escena ya no existen productores de festivales y la única opción para las bandas de mediana convocatoria es poner en juego su capital cada vez que realizan un show. “¿Cuántas veces podés perder?”: se pregunta Obregón y agrega “no tenemos mucho margen, pero hay que pensar en las bandas que están empezando y es responsabilidad de los medios darle lugar a los pibes que vienen abajo, con el objetivo de no destruirles la esperanza de llegar a algo con la música. Es ese sueño, esa llama la que no se tiene que apagar, la de los jóvenes que están empezando”.

Suena el timbre en el estudio y Emiliano se levanta a abrir la puerta. Queda en el aire su última respuesta. Lamentablemente, no es solo una opinión de alguien que está dentro de la producción, sino que es una descripción de lo que está ocurriendo. Vuelve y mientras se sienta en su cómodo sillón desliza “la escena se está apagando”.


Emiliano Obregon encara una nueva etapa de LÖRIHEN con objetivos claros en el horizonte y convencido de que este contexto complicado encuentra a la agrupación en el momento de mayor madurez y con “el mejor disco de su carrera”. Seguir luchando la misma batalla por más de dos décadas habla de constancia y amor por lo que hace más allá de un "sistema que quiere imponer que el triunfo de un artista es otra cosa". Emiliano dogmatiza que “el éxito viene de la mano de la perseverancia, de hacer una carrera y que tu mensaje trascienda generaciones”.

Es momento de dejar las palabras y es hora de la acción. Van llegando los demás miembros de la banda y hay que poner manos a la obra para un nuevo ensayo. Pronto habrá presentación del nuevo trabajo y una gira para promocionarlo. LÖRIHEN está dispuesto a luchar para que la llama no se apague.

Federico Raul Tauz