Pedro Saborido: “Existe un aparato de legitimación externo a nosotros”.

La mente detrás de Peter Capusotto y sus videos ofreció una charla en la Universidad de Lomas de Zamora.
 
Con su andar cansino recorrer los pasillos de la Universidad que, décadas atrás, lo vio recibirse de Periodista. Informal, vestido completamente en tela de jean y con una gorra con el logo de “The Who”, ingresa al aula 101 que se encuentra desbordada. El famoso guionista y productor Pedro Saborido, expuso frente a un centenar de alumnos de la Facultad de Sociales de Lomas de Zamora, en una charla organizada por la Agencia de noticas AUNO llamada “A Los Bifes – Crear, escribir y producir sin tanta vueltas”.
 
Dentro del marco de la charla, se realizó el anuncio de un seminario a cargo del escritor en esa casa pero Saborido contextualizó: “Siempre y cuando la Gobernadora Vidal lo permita y la Universidad de Lomas siga existiendo el próximo semestre”. El director de cine hizo eco de las declaraciones de la Gobernadora de la provincia de Buenos Aires unas horas antes de la cita con los estudiantes.
 
Un fibrón verde gastado y que apenas escribe recorre el pizarrón. El invitado se esfuerza para que las palabras logren quedar en la superficie del mismo y con su humor característico añade: “¿Qué querés? Una Universidad pública!”. 
 
Descontracturado y con un cigarrillo sin encender entre los dedos a lo largo de las casi dos horas de charla, Pedro Saborido repasó su carrera y las razones que lo llevaron a estar hoy detrás de un programa que es éxito en toda Latinoamérica. Rescató el contexto para hacer humor, la importancia del talento pero también del esfuerzo y de que “alguien te de esa oportunidad de demostrar lo que eres capaz de hacer”.
 
Acomoda los anteojos estilo John Lennon y recuerda la vez que junto a Diego Capusotto decidieron no ir a trabajar a Canal 13 porque iban a pasar a ser una “estrella fugaz” y confesó que “el programa no hubiesen durado tres meses en el aire en esa emisora”. Con respecto a este tema afirmó que “existe un aparato de legitimación externo a nosotros” y que muchas veces hay que aceptar que “uno hace un producto para un grupo reducido de personas y que ir a un medio más grande no implica que se pase a tener 30 puntos de ranking”.
 
Saborido también se tomo su tiempo para describir el comportamiento de las personas a la hora de mirar un programa de televisión con la llegada de las nuevas tecnologías y confesó que “sintió tristeza” al ver que con la masividad alcanzada en Youtube “se perdió el rito” de ver el programa todas las semanas a la misma hora. “Ya no te juntas con otros frente a la Tv ahora es algo más individual” se lamentó.
 
Entre anécdotas y preguntas de los concurrentes y decenas de pequeños chiste políticos e ideológicos, Pedro Saborido pasó por la Facultad de Sociales de la Universidad y alentó a realizar formatos con “las herramientas que se tengan al alcance, hay que animarse y hacer. Lo que ustedes ven no es lo que queremos hacer, sino lo que nos sale”.

Durante el encuentro, Saborido destacó los ejes para “crear, escribir y producir sin tantas vueltas”. El director señaló que hay que tener “tolerancia al fracaso” y destacó la importancia de “aprender haciendo”. 

Antes de dar por terminada la charla, Pedro Saborido dejó una frase que todavía se escucha en los pasillos de la Facultad de Sociales de la Universidad de Lomas de Zamora: "es en comunidad y en equipo que se logran las cosas. La salvación individual no existe”.

Emiliano Obregón: "La escena se está apagando”


Mantenerse en la industria de la música durante 22 años no es fácil y mucho más si hablamos de una escena tan pequeña y desestimada como la del Heavy Rock. Emiliano Obregón, líder y guitarrista de LÖRIHEN, lo logró gracias a perfeccionarse como músico y productor, perseverar y luchar por sus sueños. Reconocido entre sus pares, es la persona ideal para consultar sobre la complicada situación que vive la música pesada y el cambio de paradigma en su producción, distribución y consumo.


En un difícil momento desde lo económico y donde vender un disco es una quimera, LÖRIHEN editará el próximo 29 de mayo un nuevo trabajo de estudio llamado “Desconexión”. Será el sexto álbum de estudio de la banda y como casi siempre las canciones tendrán un hilo conductor. A lo largo de 11 temas, sus letras recorrerán temáticas referidas a los nuevos problemas del ser digital, los cambios de hábitos y consecuencias de la exposición en las redes sociales en un momento en que lo virtual se confunde con lo real. “Vivimos en una sociedad que ha girado hacia la necesidad de estar conectado todo el tiempo y hay que saber el uso que se le da a las redes. Yo hablo del cuidado de lo íntimo, de las pibas de 12 años que se sacan fotos y las suben a cualquier lado. No todos tenemos los mismos valores y en las noticias te das cuenta que hay una crisis importante de valores”, reflexiona.


El ruido del microcentro porteño es casi imperceptible. Entre paneles acústicos y varias guitarras de belleza envidiable, se sienta en un cómodo sillón frente a una la consola de grabación dispuesto a charlar de su pasión: la música. No intimida sus casi 2 metros de alto. Es una persona accesible y dispuesta. Obregón, músico y dueño de Virtual Studio, analiza la actualidad de la industria de la música y comenta: “Esta muy difícil. LÖRIHEN hace más de dos décadas que está en esto y podemos seguir haciéndolo gracias a que yo tengo espalda para bancarlo, pero para las bandas que están arrancando es imposible. Los costos están por las nubes y no tengo dudas de que esto va hacia la extinción”. Mientras pide disculpas por la apocalíptica afirmación y enciende su computadora.


Gracias a su estudio tiene la posibilidad de trabajar con otros artistas y en todos los ámbitos de la producción musical pero alega que en la actualidad el costo operativo de mantener una oficina es muy alto y se confiesa: “ya no se graba un disco por mes y hay que encontrarle la vuelta desde otro lugar. No muchos saben que también hago jingles comerciales”.


Lejos quedó el disco debut de LÖRIHEN llamado “Utopía” editado en noviembre del 2000. En esa época, las bandas grababan demos en casetes para luego ir a golpear las puertas de las radios en la búsqueda de difundir su música. Era la carta de presentación y la forma más accesible de sonar en algún lado. Dos décadas después, la lucha por ganar un espacio donde sonar es casi la misma pero la tecnología modificó las formas. “Hay que estar activo en las redes sociales e ir a cualquier lugar donde alguien esté dispuesto a difundir lo nuestro. Cada vez va menos gente a los conciertos y allí es donde vendemos los discos, remeras, calcos, etc. El metalero todavía tiene la costumbre del formato físico pero se venden pocas copias”, dice mientras el monitor de su computadora se apaga casi como una metáfora de lo que ocurre con la escena.

Sin la venta de disco y con la masividad del formato digital el dinero grande queda en las plataformas digital que venden el espacio y publicidad mientras pagan centavos a las autores. La situación cierra solo para las bandas que tienen gran volumen de reproducción. Este no es el caso de la mayoría de las bandas de Heavy Metal.


“Yo no le puedo pedir a alguien que disfrute de la misma manera que yo de leer a Carl Sagan. Con la música pasa lo mismo y el Metal es un género bastardeado y poco querido. Las bandas más convocantes siguen siendo las que salieron de la costilla de V8”, añade refiriéndose a la escena nacional pero que se replica a nivel mundial por la enorme falta de renovación que reina en el movimiento.

Obregón tiene una visión de lo que está ocurriendo con la música y afirma que “hay un cambio en el paradigma de cómo se conciben los géneros. El Rock es costoso a la hora de producir un espectáculo y las nuevas generaciones ya consumen este estilo y mientras en el Metal cada vez se vende menos ticket, alguien llena un Luna Park con dos flacos y una pista”. En los últimos años y desde todos los lugares del mundo, comenzó a surgir una serie de “artista” desde las redes sociales que se han masificado de forma increíble. “Hoy me cuesta pensar que un pibe se siente ocho años a estudiar un instrumento. No le encuentro sentido de tomar esa aventura, a ese compromiso. A los jóvenes de hoy se les está transmitiendo que una estrella llega al éxito en cuatro meses porque subió un video a Youtube y dijo tres gansadas” asevera Emiliano.


“En el aire no hay Metal, no hay Rock. Ya no hay difusión y si ves que tus pares están en otra sintonía, ¿Desde dónde te vas a acercar al Rock? Amo el Hard Rock y el Metal pero hoy la música no está para enamorarte ni para despertar sentimientos, hoy la música esta para que suene en un celular o para mover el culo. Nuestro mensaje va por otro lado. Mientras el sistema intenta crear zombis, gente no pensante, el Rock está y estuvo siempre del otro lado, tratando de crear conciencia y de que te hagas preguntas. La situación actual es algo buscado, el Rock molesta y desde lo digital te manipulan y controlan”, reflexiona el guitarrista.

Se acomoda su reloj por enésima vez y suena su celular y afirma que “existe un mecanismo del cual es difícil escapar, una rueda de consumo que ha cambiado los hábitos y las costumbres por estar apegados a lo digital, pero también está afectando a nuestra generación. Te vas de vacaciones con tu familia y parece que tenés la necesidad de subir una foto diciendo “Acá disfrutando de Bariloche con la familia”, ¿Qué haces…?, disfrutá de la familia, hermano”.


Actualmente, LÖRIHEN se maneja de forma independiente tanto a la hora de editar un disco como de producir sus conciertos. Hoy en la escena ya no existen productores de festivales y la única opción para las bandas de mediana convocatoria es poner en juego su capital cada vez que realizan un show. “¿Cuántas veces podés perder?”: se pregunta Obregón y agrega “no tenemos mucho margen, pero hay que pensar en las bandas que están empezando y es responsabilidad de los medios darle lugar a los pibes que vienen abajo, con el objetivo de no destruirles la esperanza de llegar a algo con la música. Es ese sueño, esa llama la que no se tiene que apagar, la de los jóvenes que están empezando”.

Suena el timbre en el estudio y Emiliano se levanta a abrir la puerta. Queda en el aire su última respuesta. Lamentablemente, no es solo una opinión de alguien que está dentro de la producción, sino que es una descripción de lo que está ocurriendo. Vuelve y mientras se sienta en su cómodo sillón desliza “la escena se está apagando”.


Emiliano Obregon encara una nueva etapa de LÖRIHEN con objetivos claros en el horizonte y convencido de que este contexto complicado encuentra a la agrupación en el momento de mayor madurez y con “el mejor disco de su carrera”. Seguir luchando la misma batalla por más de dos décadas habla de constancia y amor por lo que hace más allá de un "sistema que quiere imponer que el triunfo de un artista es otra cosa". Emiliano dogmatiza que “el éxito viene de la mano de la perseverancia, de hacer una carrera y que tu mensaje trascienda generaciones”.

Es momento de dejar las palabras y es hora de la acción. Van llegando los demás miembros de la banda y hay que poner manos a la obra para un nuevo ensayo. Pronto habrá presentación del nuevo trabajo y una gira para promocionarlo. LÖRIHEN está dispuesto a luchar para que la llama no se apague.

Federico Raul Tauz

Mala prensa


Desde sus inicios, el Heavy Metal como género musical quedó relegado con respecto a otros estilos en los medios de comunicación. Desde una posición de lucha y resistencia de parte de la escena, a lo largo de los años se construyó una relación tensa y conflictiva entre ambos. ¿Cuál es el origen de este conflicto?

Publicación de la década de los ´80

Si bien el gusto de las personas y qué consumen es para un análisis algo más amplio, está clara la influencia de los medios de comunicación al momento de marcar modas y tendencias. El Heavy nacional mantuvo desde su génesis, en general, un visible conflicto con la prensa. Marcamos como corte histórico la vuelta de Norberto Napolitano (Pappo) de Europa y la creación de RIFF como el inicio de una escena metalera como tal, apenas comenzada la década del ´80. Con una dictadura que iba en retirada y una democracia en camino, la escena nacional estaba marcada por un Rock que desde sus letras hablaba de amor y de paz, y si bien desde el mensaje RIFF no era una banda que bajara demasiada línea, desde su música y, sobre todo, desde la imagen, irrumpió con rabia y furia en una Argentina que de a poco comenzaba a despertar del letargo del terrorismo de Estado.

Norberto Napolitano (Pappo)

Pappo marcó el comienzo de la escena pesada nacional trayendo la influencia de la "Nueva Ola del Heavy Metal Británico". Un hito en la historia fue el Festival BA Rock ´82. Allí se hizo visible de forma masiva la propuesta de una banda que llegaba para romper con lo establecido. RIFF invitó a V8 a participar del evento y la banda de Ricardo Iorio, Osvaldo Civile y compañía marcó sobre el escenario la diferencia entre la propuesta del rock hasta ese momento y algo nuevo que estaba naciendo tanto en el Metal como el Punk, con bandas como Los Violadores. Se comenzaba a escuchar desde las letras un mensaje antisistema, de que las cosas no estaban bien, ni iban a estar mejor a pesar de la llegada de un gobierno democrático. La gente no esperaba ese discurso y lo rechazó de manera abrupta. V8 le cantaba a la masa que dejara la pasividad, que era hora de luchar y la reacción del público no se hizo esperar. La banda debutó en medio de grupos hippies que los rechazaron de plano. Osvaldo Zamarbide, cantante del grupo, recordó así los hechos: "Al salir a tocar vieron que nos salíamos de contexto y comenzaron a hacer blanco con nosotros. Volaban naranjas, cachos de pizza, botellas, de todo". 

Presentación de V8 en el BA Rock ´82

Los conciertos donde tocaban las bandas de Metal fueron el lugar ideal para desatar la rabia contenida luego de casi una década de opresión y botas. Peleas, destrozos e incidentes con la policía era moneda corriente en cada festival de música pesada. Cesar Fuentes Rodríguez, reconocido periodista, conductor y escritor de la escena, comenta: “Uno de los momentos más recordados fue el festival organizado por RIFF “Años Nuevo Sin Cadenas” en 1983. La gente, al ver cadenas en el titulo del festival, creyó que había que llevar cadenas, lo que hizo que se requisara todo tipo de elementos contundentes y obviamente la noche terminó mal. Este tipo de cosas hizo que la prensa hasta el día de hoy tenga una mirada despectiva con el género”.

Afiche de "Riff acaba el año sin cadenas"

V8 tampoco la pasaba demasiado bien. Eduardo De La Puente, quien en algún momento se encargó de la prensa de la banda, señaló lo difícil que se tornaba conseguir una nota en algún medio de comunicación. Se había construido una percepción alrededor del grupo y del estilo musical que resultaba casi utópica la tarea de difusión.

Esta situación hizo que la escena nacional se fortaleciera hacia adentro con un claro mensaje de antimasividad y cualquier banda que tratase de romper esa barrera fue rotulada como "traidora" o "falso metal". Que la mayoría de los medios le haya dado la espalda al Metal a lo largo de la historia hizo que el público se sintiera “parte de algo” y se aferrara a sus valores y principios: lucha y resistencia ante lo establecido. Aparecer en algún medio importante o sonar en alguna radio comercial eran mirados con desconfianza por la mayoría. Por suerte, eso ha cambiado en los últimos años.
Lörihen en MTL programa de TV que ya no se emite

Emiliano Obregón, líder de Lörihen, productor musical y emblema actual de la escena, comenta que el Metal “es un género bastardeado y poco querido. La culpa de esto la tiene como se gestó la escena y hasta el día de hoy  se ha hecho imposible que los medios que tiene esa mirada despectiva pasen a cambiarla”. Desde su óptica, las bandas deben aprovechar cada lugar donde haya alguien que quiera difundir y apoyarse tanto en las redes sociales como en los pequeños medios de comunicación.

Si bien a los largo de estos 30 años el género consiguió espacio en algunas radios grandes y publicaciones especializadas, es alarmante la forma en que la escena pesada perdió lugar ante otras propuestas. Hoy la tecnología permite que proliferen blogs, portales, grupos en las redes sociales, radios online y podcast para difundir el Heavy Metal, pero la llegada es dispersa y segmentada. Como en sus comienzos, el Heavy Metal sigue teniendo un lugar marginal en la prensa nacional.
Federico Raul Tauz

La edad es formato

Entro al lugar. "El Amparo Bar" se ha convertido en un lugar emblemático en la zona sur. Entre penumbras el volumen de la música me abraza dándome la bienvenida. Una nueva “misa negra” comienza. Una banda arma su batería sobre el escenario y suena Pantera en todo el reciento. Reconozco algunos rostros en la oscuridad y siento que a esta altura la escena se ha vuelto una familia. Cruzo algunos saludos y uno que otro brindis mientras me acerco de forma compulsiva al stand de discos y remeras. Siento la necesidad de preguntar como viene la noche y del otro la mesa, mediante un improvisado lenguaje de señas, tengo respuesta positiva.

Se produjo un progresivo envejecimiento de la edad promedio de los seguidores del género y lo noto en la sala. A la no renovación de bandas, hay que agregarle la no renovación del público y la edad es un ítem importante a la hora de hablar del formato de cómo se escucha música.

El rockero es consumidor de  soportes físicos ya sea en era del vinilo o el cassettes al CD de nuestros días. Las personas que escuchan este género no son tan permeables a la viralidad que se produce con otros estilos musicales como el pop o la música latina, dándole vida a algunos formatos que para la industria ya deberían estar muertos.

Ante el momento que vive la música y el cambio de formato que se está produciendo, es particular el caso del Heavy Metal. “Al metalero le gusta tener el disco. Le encanta todo lo que implica el arte interior, las letras y el olor a tinta al abrirlo por primera vez. Ahora, si me pedís un consejo, les digo a las bandas que no hagan más DVD porque es un formato que está muerto”, afirma Reynaldo, propietario de una pequeña distribuidora de discos. En el mismo sentido, Emiliano Obregon, músico y productor, afirma que “los costos son muy altos a la hora de hacer un disco nuevo. Nosotros llegamos nuestros CDs y remeras a cada show para que la gente tenga la posibilidad de adquirirlos, pero cada vez va menos gente a los conciertos”.

El año pasado la nueva placa de Metallica, “Hardwire… To Self – Destruct”,  fue el disco más vendido del año con algo más de 580.000 unidades. Era un disco muy esperado, marcó la vuelta de la banda a un estilo más pesado, y tuvo gran difusión ya que los de San Francisco ganaron el Grammy a “Mejor disco de Rock” con el mismo. Pero Metallica es una banda que no marca las dificultades que atraviesa la escena. Esta semana el disco de Godsmack, “When Legends Rise”, fue el álbum más vendido con apenas 36.000 copias. Si ese número no parece alarmante, que queda para el segundo disco más vendido en los últimos siete días: Anthrax, con su nuevo lanzamiento en vivo “Kings Among Scotland”, vendió apenas 1.300 copias.

No dejo de cruzarme con gente conocida, levanto la mirada y tengo una especie de deja vú sobre una imagen que veo sobre la barra. Es una vieja publicidad de una bebida alcohólica que ya no existe. No era la idea ponerse reflexivo esta noche, pero es inevitable hacerlo en este contexto. Realizo un paneo general en el local y no reconozco a ninguna persona menor de veintilargos y recuerdo otra declaración que me dejo algunos días atrás Emiliano de Lorihen: “las nuevas generaciones no consumen Rock y Metal”.

En los últimos años, algunas pequeñas discográficas que se dedican a editar bandas de metal, han vuelto a producir no solo vinilos sino que también casetes. En busca de tocar alguna fibra íntima y sabiendo que el metalero gusta de estos ítems coleccionables, han volcado sus esfuerzos a mantener un mercado físico que las ventas afirman está agotado.

Muchos de los grandes artistas como AC/DC, Metallica o más recientemente Def Leppard soportaron varios años hasta permitir que sus canciones sean incluidas en plataformas como Spotify, y si comparamos la cantidad de reproducciones semanales de las bandas del estilo contra la canción viral del mes, es desmoralizante pensando en el futuro. El género está condenado a una resistencia marginal, más aún cuando las grandes bandas que dieron forma a esta cultura van desapareciendo gradualmente en los últimos años. Las cifras que se pueden observar en Spotify son un indicativo hacia dónde va la música pesada.

La noche está a punto de convertirse en día y es hora de volver al barrio. Entre paso y paso voy me voy colocando los auriculares. Fijo la mirada en un lejano horizonte que nunca logro alcanzar. Saco el celular de mi bolsillo y me conecto en busca de compañía. Comienza a sonar una lista de canciones que me ha tomado semanas confeccionar. Seguramente, unas vez en casa, alguno de los temas que suenan en el camino volverá a sonar en mi habitación en disco, y en mi viejo equipo de música.

Federico Raul Tauz

Difusión alternativa

Ante la escasa difusión de los medios masivos, el Heavy Metal encontró en las nuevas tecnologías la forma de visibilizar la escena a través de diversos formatos. Las radios online, los podcast, los portales especializados y la alta variedad de redes sociales fueron tomadas por asalto de manera exponencial por personas que utilizan estas herramientas para divulgar una cultura musical cada vez más arraigada en el underground.


Juan conduce un programa de radio hace 9 años que se dedica a difundir tanto la escena nacional como internacional. “Antes estábamos en una radio comunitaria de Burzaco, pero nos cansamos y no fuimos a una radio online que solo pasa música del palo”, afirma mientras se acomoda en la punta de la mesa. En cinco minutos comienza la emisión 427 de “El Universo Del Heavy Metal” y como lo denominan los integrantes del programa es un “clásico de todo los jueves”. Al aire desde 2009, la tira semanal se mudó de FM B 106.9 Mhz a Frecuencia Online Radio hace algo más de dos años. Mientras busca la pauta del día en la notebook agrega: “En la otra radio compartíamos espacio con programas de cumbia, esotéricos y sobre todo con operadores que te cortaban los temas si eran de un estilo demasiado extremo. Acá tenemos gente que entiende lo que queremos de un programa de Metal”. Juan chequea por enésima vez las redes sociales del programa mientras postea el tema que está sonando y la portada de un disco a salir. “Hoy por hoy hay que aprovechar todas las herramientas que tenés a mano”, comenta y reflexiona cómo la escena se terminó apoyando en los pequeños programas autogestionados y en medios de comunicación emergentes cada vez que el Metal se quedó sin espacio. “Esto ya paso antes, cuando los productores se quedan sin lugar para promocionar sus eventos te buscan, ahora cuando tienen lugar en la Rock And Pop te dan vuelta la cara. Pero hay de todo en el palo, hay gente que sí vale la pena.”

Juan del programa "El Universo Del Heavy Metal"

Cientos de programa de Metal cada semana ocupan espacio en radios comunitarias o en las versiones online. Muchos de ellos luego son subidos en forma de podcast a plataformas digitales que son escuchados de forma on demand en cualquier momento y lugar. “Tenemos oyentes de Mexico, Colombia, Ecuador, gracias a utilizar Ivoox”, comenta con orgullo el conductor que al terminar su labor seguirá con sus obligaciones muy lejos de los medios. Juan estudia derecho y afirma que hace “El Universo del Heavy Metal” solo para “difundir la música y la escena metalera. Acá no hay ningún rédito económico, el programa se hace por amor al Heavy Metal”.


Las plataformas de Podcast permite escuchar programas On Demand

La escena nacional y, en especial, la local siempre fue underground y ahora más que nunca se transformó en un pequeño grupo cerrado donde todo el mundo se conoce de una u otra manera. Programas, productores, bandas tratan de autogestionar los diferentes proyectos lo mejor posible. “Las redes sociales e internet a nosotros nos ha ayudado muchísimo para llegar a muchas más personas. Subimos las fechas (conciertos) y nuestro material sin necesidad de intermediarios”, asevera Gaston, ex bajista de la banda “Arion” y ahora en un proyecto como solista. Las bandas se rigen por los formatos digitales y casi abandonaron el formato CD hasta el punto de hacer “200 o 300 copias para vender en los conciertos. Nosotros somos una banda under y por el momento es imposible afrontar otro tipo de gasto”, se confiesa el músico. Los costos se ponen en juego también a la hora de tocar en vivo, porque los lugares y los promotores les piden a las bandas dinero para presentarse o que vendan entradas.

Fabricación de Discos Compactos

El caso opuesto es el de Reinaldo. Realiza festivales de Metal Extremo, aunque confiesa que “de vez en cuando armo algo más Heavy”. Además, creó una pequeña distribuidora de discos a la que bautizó “Voices Inside Distro”. Para vender los discos utiliza las redes sociales y lleva su puesto de forma itinerante a conciertos y ferias. “No se como será en otras escenas, pero al metalero le gusta tener el disco en la mano, le gusta el arte interior hasta sentir el olor de la tinta. Obviamente que todo tiene que ver con la economía del país, pero si el disco es importado, mucho mejor para el que escucha Metal. Hoy la gente esta complicada del bolsillo y se siente”, comenta.  

"Feria Del Libro Heavy" se realiza una vez al año en CABA

Rey, como se lo conoce en la escena, hace dos décadas que integra el movimiento en forma autogestionada, que para él, es su filosofía. Participa de la "Feria Metalera", que se realiza cada tres meses en zona sur, con "Artillería Pesada", uno de los tantos programas de radio que difunde la cultura del Metal, y de la "Feria Del Libro Heavy", que se desarrolla una vez al año en Capital Federal. El objetivo de las ferias es juntar personas que hagan todo tipo de manufactura y objetos de interés para la gente del ambiente: remeras, discos, revistas y libros. En palabras de Reynaldo: “la idea es juntar a todos en un solo lugar y poder mostrar lo de cada uno. La que se hace en zona sur hay bandas en vivo y la de capital está más orientada a lo literario, pero el objetivo es el mismo. Termina siendo un espacio donde se encuentra amigos y compran algún brazalete, una remera o un disco”. La participación es por invitación de los organizadores, quienes no cobran el espacio. “La autogestión es lo que mantiene la escena hoy día. En mis festivales las bandas no pagan para tocar y las que vienen de afuera tanto del interior o del exterior se quedan parando en casa. Comparten el día y la comida con mi familia como uno más. Las bandas saben que yo necesito cortar 80 entradas por festival para salir hecho y la mayoría de las veces sucede, pero alguna vez he perdido y me tocó rendir el dinero de mi bolsillo al terminar la noche”, concluye el promotor.

Reinaldo también difunde la escena desde su programa de Youtube UltraMetal TV

El Heavy Metal siempre fue underground y logro subsistir a años de crisis de difusión masiva. Siempre encontró espacio en las pequeñas radios comunitarias o en los viejos fanzine de distribución gratuita, hoy transformados en portales especializados.
Hoy, una variable importante es el costo de los formatos. Mientras una página o una radio online tiene gastos accesibles para ser autogestionada y no depender tanto de los escasos auspiciantes que apoyan la escena pesada, todo lo que tenga que ver con el formato físico (discos, revistas, etc) se hace imposible ya que el movimiento no genera demasiado dinero, salvo para los grandes promotores o los medios que se solventan con publicidades millonarias.

Manigua tocando en "The Pagan Emperor Fest 20" organizado por Reinaldo

En Argentina solo quedan dos revistas especializadas (Efecto Metal y Jedbangers) y un par de horas semanales en las FM de renombre nacional. En el ámbito de las publicaciones gráficas hay que sumar los fanzines de distribución gratuita, con calidades dispares, pero todavía de importante circulación. En el sentido masivo, ya no existe en las cadenas de videos lugar para bandas con esta propuesta; hoy suena en cadena nacional el tema de moda y música latina las 24 horas. El Heavy Metal sigue en su lugar y contra la corriente, aprovechando la diversa cantidad de formas alternativas que facilita la tecnología. Si de algo se jacta el Heavy Metal es de luchar y seguir vivo.
Federico Raul Tauz